EPÍLOGO
— L. Ronald Hubbard
Es en este espíritu expresado por el fundador de la religión de Scientology que las Iglesias de Scientology y sus feligreses patrocinan programas humanitarios internacionales masivos.
A través de una amplia participación práctica y generoso apoyo financiero, los scientologists libremente dan su tiempo y recursos para elevar la cultura en su conjunto, a través de programas y materiales educativos de beneficio público.
Para llevar a cabo la visión de estos programas humanitarios, la Iglesia de Scientology Internacional ha establecido una infraestructura significativa que produce estos materiales educativos a millones y busca la implementación de estos programas globalmente.
Los resultados: individuos que ahora escogen llevar una vida sin drogas a través del programa La Verdad Sobre las Drogas, una generación cada vez más consciente y versada en los Derechos Humanos otorgados a todas las personas, dignidad restaurada por reformas en curso de la industria psiquiátrica, los que carecen de una guía moral ahora se rigen por los preceptos de El Camino a la Felicidad, y poblaciones beneficiándose por la ayuda indiscriminada ofrecida por los Ministros Voluntarios de Scientology.